Los aparatos de aire acondicionado son una fuente de confort y de calidad de vida en las épocas más calurosas del año, pero a su vez pueden suponer un riesgo para nuestra salud si son utilizados de modo incorrecto o con una intensidad inadecuada. La legislación laboral vigente en esta materia indica que las temperaturas y las humedades extremas deben evitarse en los lugares de trabajo, así como los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire molestas.